Jancis Robinson “Experto en vino”
Parafraseando a Antonio Muñoz Molina, aunque trasladando sus palabras que están dirigidas al ámbito libresco al nuestro vitivinícola, mutatis mutandis, cabe decir: “La palabra <prescriptor> tiene una resonancia impositiva que me la vuelve antipática; pero hacen falta personas con conocimiento y gusto avezado que nos orienten en nuestras inclinaciones vinícolas, y que no sean mercenarias ni cínicas ni quieran imponernos el gato por liebre de un catecismo ideológico, disfrazado de enología. Luego cada cual elige o encuentra aquello que más le gusta y que le colma. No necesitamos prescriptores que nos den instrucciones y nos dicten consignas, sino bebedores (¿vividores?) como nosotros que nos sugieran pistas hacia lo inesperado y lo desconocido.”
Nos viene como anillo al dedo para sugeriros la lectura del libro del que vamos a tratar hoy. Su autora es JANCIS ROBINSON reconocida mundialmente como una de las personas con más conocimientos vitivinícolas del mundo.
Conocemos ya a Jancis Robinson por los comentarios que de ella hizo Ferrán Centelles en su ¿Qué vino con este pato? Aquél primer contacto entre ambos en elBully se ha traducido andando el tiempo en especial colaboración. De hecho nuestro sumiller se ha encargado de la revisión técnica del libro que comentamos y de ponerle un Prólogo que hace honor al mismo libro: “Este libro es un ejercicio de estilo y sabiduría generoso, porque sintetiza el conocimiento básico –desarrollado tras más de cuarenta años de trabajo-, necesario para dar unos primeros pasos, firmes y sólidos, en el universo del vino”.
Algún día, quizás con más tiempo, dediquemos una de estas cartas al inmenso “Atlas mundial del vino” que Jancis escribiera en unión de Hugh Johnson y que ya va por su octava edición. (Ya que nos referimos a este último, es oportuno sugerir la guía que publica cada año, desde hace casi cincuenta, con referencias de miles de vinos del mundo, convenientemente catados y valorados. Como libro de bolsillo es de lo más oportuno para tener al alcance de la mano en trance de tomar una decisión de compra enfrentado a lo para nosotros inmenso desconocido.)
No trataremos aquí ninguna de las obras monumentales de la autora, sino de la más sencilla de todas: EXPERTO EN VINO EN 24 HORAS, publicado en castellano por Planeta en enero de 2018. En este caso la portada no emplea palabras hueras para tratar de venderse sino que expresa elegantemente el contenido que vamos a poder leer, y matiza con fino y hábil sentido del humor la dimensión del ser experto a que con su lectura (y práctica) puede aspirarse: “PARA QUEDAR BIEN”. No puede pretenderse más. No hay atajo sin trabajo.
En seguida la autora nos confirma cuánto hemos acertado con la elección de la paráfrasis inicial: “Cuando escribo, mi papel consiste en proporcionar a los consumidores de vino información suficiente para que ellos puedan realizar elecciones fundamentadas”. De aquí se sigue su carácter reversible: “Cuando me preguntan cómo elegir vino, siempre sugiero establecer una relación con la tienda especializada de su barrio. Existen grandes paralelismos entre las tiendas de vino y las librerías. Del mismo modo que podemos explicar a un librero lo que nos gusta y lo que no para que nos haga una recomendación personalizada, una buena estrategia consiste en explicar a un profesional del vino lo que nos gusta y pedirle que nos recomiende algo parecido pero mejor, más atrevido o a mejor precio”. Vino y letras van pues naturalmente siempre de la mano.
Como dije el contenido del libro nos viene indicado en la portada sugerente y prometedora. Se añade que está impresa con las letras en relieve, que piden ser acariciadas de modo que anticipan el estímulo de todas nuestras percepciones sensoriales, que dentro encontraremos. Porque a la postre de eso se trata, de dar pautas a los amantes del vino para que sepan más y entiendan mejor, sientan más y disfruten mejor. La pretensión del libro constituye la quintaesencia de la enseñanza: ayudar a la formación de un criterio personal.
Por descontado que es un manual dirigido fundamentalmente a los que se inician en la cultura del vino, pero incluso los más avezados conocedores encontrarán placer en su lectura, en corroborar la sencilla explicación de lo que ya conocen, o en recordar particularidades olvidadas. Todos los temas de interés relacionados con el vino merecen su atención clara y libre de prejuicios: su elaboración, sus tipos, su cata, su momento…; la botella y otros envases, su información, su conservación, su precio…; las uvas, sus variedades –las sugerencias de catas comparadas (mi subconsciente escribió, como es natural, “compartidas”, he debido corregir) son de lo más estimulantes-; las regiones vinícolas que hay que conocer (guía básica)….
Y por lo que hace a las letras es un libro amable, fácil de degustar como un buen vino abierto. No contiene pretensiones literarias, pero sí imágenes y guiños de humor que son de la mejor literatura.
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